El impulso español y la expansión latinoamericana.
Hace un tiempo que investigo sobre la participación de la mujer en el deporte. De hecho, dedico la tesis de mi MBA a estudiar los fundamentos que hicieron del FC Barcelona Feminí el mejor equipo femenino del último campeón mundial, España. Me entusiasma pensar cómo la inclusión hizo florecer el fútbol femenino profesional en Europa y cómo replicar ese modelo en Latinoamérica.
Sin embargo, no tuve una comprensión profunda de la desigualdad de género en el deporte hasta que ví el nuevo documental de Netflix #SeAcabó, Diario de las Campeonas. Me conmovió escuchar de la voz de destacadas deportistas, como Jenni Hermoso, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, el terrible impacto que la falta de equidad genera en las personas, las instituciones y la sociedad.
El fútbol femenino en España se desarrolló fogoneado por el FC Barcelona. En 2015, los directivos del club culé decidieron profesionalizar al equipo y no sólo invertir en talento, infraestructura y cuerpo técnico de alto nivel, sino que también impulsar una narrativa de igualdad y excelencia deportiva.
Josep Vives i Portell, vocero del FC Barcelona Feminí en ese momento, me cuenta que “al poco tiempo de tomada la decisión política y económica, comenzaron a llegar los resultados. En 2017-2018, Stanley aportó cuatro millones de euros para aparecer en la camiseta del equipo femenino. Este acuerdo no solo ayudó a cubrir los costos del equipo, incluidos los salarios de las jugadoras, sino que también permitió al club generar ingresos adicionales.”
En 2022, el equipo femenino del FC Barcelona rompió récords de asistencia en el Camp Nou convocando a 91.648 asistentes en las semifinales de la Champions League frente a Wolfsburgo y demostrando la consolidación del fútbol femenino como un fenómeno de masas.
Desde entonces, el FC Barcelona Femení ganó dos Champions League (2021 y 2023) y domina la Liga española con múltiples títulos consecutivos.
Sin embargo, como demuestra el documental, este cambio cultural convivió con una dirigencia rancia, una Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que, lejos de aprovechar el impulso de los proyectos femeninos en el deporte, interpretó el profesionalismo como una provocación y desplegó los mecanismos más oscuros de la vieja política para difamar, mentir e intentar sostenerse en el poder.
La “era Rubiales”, se acabó. La UEFA acaba de anunciar una inversión de 1000 millones de euros para desarrollar el fútbol femenino en Europa mientras que la empresaria y filántropa norcoreana Michele Kang creó un fondo de 300 millones para proyectos en USA.
En Argentina, clubes como River Plate lideran el cambio con la implementación del cupo femenino en la Comisión Directiva y la consecuente modificación del estatuto para darle continuidad. La inclusión como modelo de negocio fue una estrategia contundente.
La inclusión como modelo de negocio fue una estrategia contundente y, así como sirvió de inspiración para que otras instituciones españolas fortalecieran sus proyectos femeninos, ahora le toca a América Latina aprender, aplicar y mejorar.
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Esta columna fue en Clarín publicada el lunes 23 de diciembre de 2024. Puedes leerla aquí.